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Los valores:

Identificación de nuestros valores, es decir, dejar claras cuales son las direcciones que queremos llevar en nuestra vida, que nos permitirán nuestra realización completa y las acciones comprometidas con ellas. Aprender a tener presentes nuestros valores en la vida cotidiana es el secreto para una vida con éxito y plena.

 

 

Las barreras hacia los valores:

Aprender como nuestras historia, emociones, pensamientos y sensaciones que nos limitan en el camino hacia nuestros valores y objetivos, impidiéndonos ser felices, causándonos problemas psicológicos que nos hacen sufrir indeciblemente.

 

 

La superación de las barreras:

El camino es la aceptación de nuestros pensamientos, sentimientos, sensaciones y emociones. Aceptación no supone resignación ni aguantar, es abrirse a la realidad de nuestras emociones para poder realizar nuestros deseos en el momento presente, superando así nuestras barreras piscológicas.

 

 

Nuestro autoconcepto:

El concepto que tenemos de nosotros mismos, el que queremos tener o el que nos negamos a tener constituye la barrera más importante entre las que nos impiden llevar una vida plena. Tomar distancia y darnos cuenta de que somos algo más que nuestras sensaciones, pensamientos y emociones y que trascendemos nuestra historia. es el camino para llevar una vida plena.

 

 

Vivir el presente:

Vivir el presente como elemento fundamental en el avance hacia nuestros valores.

 

 

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