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DEPRESION POST-PARTO EN LA MUJER

 

 

Son muchos los cambios que se producen durante el embarazo, el parto y el posparto.

Tener un hijo produce una gran alegría, pero tambien produce en la mujer un cierto grado de estrés,  el cual tiene que afrontar con los recursos personales de que dispone.

Se produce una situación de estrés por varias razones:

 

Cambio del cuerpo:  Ha pasado de tener una tripa inmensa a no tenerla. La tripa tenía un claro  significado, dentro se estaba formando un niño.  Ahora solo le recuerda a la mujer lo gorda y flacida que se ha quedado, su físico y estética ha empeorado.  Con el nacimiento del bebe desaparece todo el refuerzo y el interés que acompañaba al embarazo.

 

Cambio en la percepción de exclusividad:  Ya no es ella la que lo cuida únicamente, sino muchas otras personas que puede que lo hagan de manera diferente a como ella lo haría.  Esto le hace sentir que  es prescindible y que cualquier otra persona podría ocupar su lugar, a pesar de ser ella la que concibió a su hijo, apareciendo así sentimientos de vacío.

 

Aumento de la responsabilidad:  La madre, sometida a múltiples consejos que no pide y saturada además por la información recibida en cursos, libros y revistas  que ha leído durante su embarazo, puede que cuando llegue el momento de actuar no sepa qué hacer por miedo a equivocarse.  La mujer puede que se sienta observada y evaluada como madre, teniendo siempre alguien al lado dándole su opinión.

 

Adopción del Rol de madre frente al de pareja:   Se enfrenta con el hecho de ser madre y no sólo mujer. Su pareja se encuentra a su lado, pero ella en estos momentos se siente primero madre, y la pareja, al menos al principio de una forma más acusada, pasa a  un segundo plano.

 

Evaluación del rol de padre:  La pareja es evaluada como padre y presenta comportamientos nuevos, que nunca había tenido antes.  La mujer se cuestiona si son los mejores o más adecuados. No coinciden en pautas de crianza.  Se pregunta si ha elegido a la persona correcta como padre de su hijo.  El está aprendiendo a ser padre y también necesita  su tiempo. Todo esto genera continua tension en la pareja.

 

Exigencias sociales:  La intimidad que tenía hasta ese momento desaparece, especialmente al recibir visitas, que llegan a resultar agotadoras, añadiendo el hecho de que entre medias tiene que dar el pecho, cambiar el pañal,…. en ocasiones en situaciones no muy idoneas.   Esta invasión atenta contra la estabilidad de la pareja que, en estos primeros momentos, necesita su tiempo para adaptarse a su nueva situación.

 

Idea de finitud:   Dar vida conlleva un cambio generacional. Un hijo aparece para recordarte que un día tú no estarás para verle siempre.  Aparecen cuestiones existenciales que antes seguramente no le habían preocupado.  Enfrentarnos con la idea de nuestra propia muerte nos asusta y angustia, pero muy especialmente cuando sabemos que dejamos alguien aquí que nos importa mucho.

 

 

Los síntomas de la depresión postparto son similares a los de una depresión en cualquier otro momento de tu vida, agravados por los cambios en tu cuerpo y tu nueva responsabilidad como madre.

La depresión posparto aparece cuando los siguientes síntomas no desaparecen o cuando estos comienzan uno o más meses después de dar a luz

  • Cambios en el apetito (exceso o falta de apetito).

  • Deseos de aislarte o la sensación de soledad extrema.

  • Desinterés en cuidarte a ti misma.

  • Falta de interés en tus actividades.

  • Irritabilidad.

  • Falta de energía.

  • Pensamientos relacionados con muerte, suicidio o hacerte daño.

  • Dificultad para dormir o sueño excesivo.

  • Dificultad para concentrarte.

  • Problemas de memoria severos.

  • Dolores de cabeza u otras parte del cuerpo que no desaparecen.

  • Sentimientos de culpa.

  • Baja autoestima.

  • No disfrutas actividades que antes te daban placer.

  • Falta de motivación.

  • Dificultad para llevar a cabo tus tareas diarias.

Otros síntomas se relacionan con tu actitud o tus sentimientos hacia el bebé:

  • Tienes dificultad para establecer el apego con tu bebé o te cuesta relacionarte con él.

  • No quieres estar a solas con el bebé porque no te sientes capaz de cuidarlo.

  • Tienes resentimientos hacia el bebé, lo culpas por tu situación o piensas en lastimarlo.

  • Te preocupas demasiado por el bebé, hasta el punto que su sola presencia te causa estrés.

  • Te arrepientes de tu embarazo y el nacimiento del bebé.

 

 

DEPRESION POSTPARTO EN EL HOMBRE

 

 

La vida del hombre también sufre un gran  cambio y se tiene que enfrentar con estas nuevas emociones :

Sentirse desplazado, no sólo por su pareja, sino en la relación con su hijo.

Enfrentarse con sus propios dilemas existenciales.

La responsabilidad que siente como cabeza de familia, ya que a pesar de que los dos trabajen, el hombre sigue sintiendo en muchos casos que es a él al que corresponde proteger a la familia.

Evaluación por parte de la sociedad, familia, pareja,  de su rol de padre.

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